"Domino´s Theory" (2)

Sigo dándole vueltas a lo de Egipto (aka, anteriormente, «lo de Túnez») y por más que le doy vueltas siento que se me escapa algo. Como si cognitivamente no estuviera preparado para esto. Para comprender la complejidad, para entender la morfogénesis de estas estructuras políticas, sociales, antropológicas… ¿religiosas? Pronto, seguramente, llegará el mito.

Tomando el guante que nos ha arrojado Ángel os propongo deconstruir el mito antes de que se produzca. Antes incluso de que tenga atisbos de mito, de relato religioso (es decir, relato que explica, muestra y oculta a la vez la violencia originaria). Antes de hacerlo, es necesario plantearse un par de preguntas epistemológicas. La primer hace referencia a la posibilidad de tal empeño, y es una pregunta a la que se tienen que enfrentar muchos historiadores, críticos literarios y antropólogos: ¿hay la suficiente distancia? Dando por hecho que es necesaria la distancia para la objetividad, dando por hecha la objetividad de la distancia, asumiendo que todo conocimiento válido ha de ser objetivo, que todo conocimiento subjetivo es sospechoso, platónicos encubiertos. No hay suficiente distancia, eso está claro. Estamos ante las cosas que están siendo, que están fundando. Estamos en el origen de algo, se supone. Eso dicen, o dirán los periódicos. Esta distancia cronológica está unida a una segunda distancia, la cultural (bajo sospecha de etnocentrismo) que también cuenta y mucho. Una doble distancia, por tanto, que para muchos es insalvable (aunque, lo puede confirmar el señor Atienza, es cierto que ya hay empeños antropológicos encaminados a saltarse a la torera ambas distancias e ignorarlas por completo en sus trabajos de campo) y nos deja sin los análisis de las únicas cosas que realmente nos afectan e interesan: las de ahora, y aquí.

La segunda pregunta que tendremos que formularnos es algo más pedestre: ¿podemos analizar la complejidad geopolítica antes aún de que toda la red de complejas relaciones se haya establecido, antes de que esa red se haga tan tupida que proteja y oculte a la vez el hecho que tratamos de descubrir bajo ella? ¿No nos estaremos adelantando a los acontecimientos? ¿No estaremos proyectando sobre la situación una retícula que nos impide verla realmente tal cual es? Lo cierto es que nos moveríamos en el terreno de la falacia. 

Nada de esto, por lo que parece, ha afectado a la laboriosa y anónima Wikipedia [no tan anónima], que ya se ha sumado a la fiebre del análisis en entradas como esta, con sus correspondientes y variables versiones en inglés, francés e italiano (que son las que he consultado). Es decir, ¿cuándo mejor que ahora vamos a tener acceso a tal cantidad de material, opiniones e interpretaciones que ahora? Es ahora cuando están empezando a escribirse los libros, a cristalizar los informes, los estudios, a acumularse crónicas y reportajes que terminarán en libros, y el largo etcétera que termina construyendo eso que es un mito, una religión, un estado. 

Algunas de las tesis del libro de Cavanaugh pueden testarse en este amplio arco de acontecimientos. Para ir hincando el diente os copio algunos de los enlaces que he ido recolectando acá y allá:

Diarios y publicaciones españolas:

«¿Qué país árabe será el siguiente?», El Mundo, 1feb2011

«La revuelta de la calle se extenderá hasta Pakistán», El País, 2feb2011

«La ola de cambio en los países árabes llegará hasta Occidente», El País, 5feb2011

«¿Efecto dominó? Si, pero a su ritmo», El País, 30ene2011

Textos de los USA y mundo anglosajón:

«Egypt’s Revolution, Bush’s Victory?», Blog del NYT, 11feb2011, (esta está muy bien porque apunta al dedo de Bush como el dedo que tiro la primera ficha del dominó);

«Military Offers Assurances to Egypt and Neighbors», 12feb2011, NYT, (el papel del ejército ¿pacifista? en toda el desarrollo de los acontecimientos en Egipto)

«Violent Clashes Markt Protests Against Mubarak’s Rule», NYT, 25ene2011, (donde la cosa ya no pinta tan pacífica… )

«Egypt Leaders Found ‘Off’ Switch for Internet», NYT, 15ene2011, (que apunta una cuestión de la que casi no hemos hablado, pero que sería un item interesante: el papel de las redes sociales e internet como nuevas vías de contagio mimético [facebook es la mímesis elevada a la enésima potencia, Lucas ¿recuerdas dónde leíste eso de Mímesis y Facebook?])

«Opposition in Egypt Gears Up for Major Friday Protest», NYT, 27ene2011.

«Discord and Democracy: What We Can Learn about Cairo from Puccini’s ‘Tosca’», Washintong Post, 31ene2011.

“Why Israel Hates the Egyptian Uprising”, Slate, 3 de febrero de 2011 (ésta es una revista que pertenece al grupo del Post, de raíz liberal; tiene versión en francés)

Textos en francés:

“Tunisie, Algérie… La théorie des dominos dans le monde arabe” , 14 de enero de 2011, Slate France (he aquí la versión francesa con un texto muy interesante)

“Les émeutes de Tunisie, avertissement aux régimes arabes”, Le Point, 14 de enero de 2011.

En inglés algunas blogs activos de seguimiento de las revueltas: 

El de la BBC News

El del The Guardian

Uno de los del NYT

En inglés aún, infomes y análisis reportados:

Un breve análisis del Council of Foreign Relations, un think tank fundado por David Rockefeller que se dice independiente… claro que cuenta entre sus miembros a Angelina Jolie (¿?). En serio, no está mal.

Del mismo grupo, este análisis “Can Tunisia Spark a Revolucionary Wave?” (sobre el concepto de revolutionary waves podéis ver este libro)

Otro análisis de otro think tank, este de Carnegie Endowment. Estos americanos se pirran por los análisis.

No sabemos aún qué fichas caerán, pero cuando lo sepamos nos será tan evidente que nos lamentaremos de no haber caído antes en lo evidente. Es curioso comprobar cómo precisamente esta actitud es la que nos impide reconocer las cosas ocultas desde la fundación. La ocultación (la meconoissance) nos obligaría a ir en contra de ese impulso a creer evidente entonces lo que hasta ese momento era poco menos que improbable. Al excavar en esa dirección encontraríamos, sin duda, la sorpresa de lo evidente, inevitable y profetizable: la mímesis, nuestro obsesivo anhelo de identidad con el otro que nos lleva a sucumbir en las peores formas de mímesis, aquellas en las que nos desbordamos en la identidad con la masa. De todos modos no podemos evitarlo: es la masa la que nos preserva de lo peor, que aún está siempre por venir. La pregunta es (y, Ángel, por ahí podría ir una ponencia para el COV&R) ¿qué significa todo esto, y que papel juega/jugará Europa/USA?

[Adenda: esta entrada la comencé el viernes. Después de un fin de semana “apartado del mundanal ruido” en Javea, disfrutando de paz, amistad y paisajes casi de mentira, añadimos nuevas piezas: Libia. Y con ella llegó la violencia: la noticia en El Mundo y en El País]

close

REGÍSTRATE PARA RECIBIR LAS ÚLTIMAS NOVEDADES

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *