Y el rostro desnudo del Crucificado

Por Ángel J. Barahona Plaza, el 26 de septiembre de 2020.

Nos es muy grato presentar desde este blog el libro que acaba de publicar Ángel Barahona en Ediciones Encuentro: René Girard: de la ciencia a la fe. Reproducimos aquí las palabras de presentación del libro y os animamos a leerlo por dos motivos: si aún no habéis leído nada de   o sobre Girard, se trata, sin duda, de un gran comienzo; si ya habéis tenido la suerte de leer algo de Girard –o sobre él–, encontraréis en su lectura nuevas perspectivas y, sobre todo, la claridad didáctica de uno que se dedica –y se nota– a la enseñanza. 

Este libro monográfico sobre Girard, que nos presenta la Editorial Encuentro, es importante porque trata de recopilar toda la obra del autor y las aportaciones a la comprensión de la cultura contemporánea que pasarán a la historia del pensamiento.

En un mundo cada vez más violento, más competitivo y rivalizante, donde las naciones se dividen, se enfrentan, rivalizan como matrimonios mal avenidos, las tesis de Girard alumbran algunas de las causas coadyuvantes de esta situación.

La tesis de que la mímesis está en el origen de la cultura, que es constitutiva del ser humano, que conduce por definición al antagonismo violento, se conjuga con su intuición más significativa: el orden social se viene estructurando ancestralmente con la aparición espontánea de mecanismos de chivo expiación. Sobre las espaldas de víctimas, elegidas por sus rasgos o por su desgraciada presencia en los momentos más inoportunos de las múltiples crisis por las que pasan las comunidades humanas, más que por su culpabilidad, se cargan nuestras desavenencias internas. Estas víctimas son linchadas o sacrificadas en aras de la obtención de órdenes sociales espurios. Este mecanismo sigue funcionado todavía hoy oculto bajo la maraña de interpretaciones sociologistas, economicistas o filosóficas que opacan el acontecimiento fundador que da origen al desorden, a la violencia.

La potencia de sus tesis para entender fenómenos como la primavera árabe o las guerras intestinas, veladas o no, entre individuos o naciones, los linchamientos colectivos que se suceden en la prensa diaria como eventos que nos escandalizan y no sabemos por qué, es lo que permite a Michel Serres denominarle “el Darwin de la cultura”. Jean Marie Domenach, Alejandro Llano, se suman a la estela de Serres y tantos otros para afirmar que esta teoría del hombre y de la cultura tendrá en el siglo XXI la influencia que Darwin tuvo en el veinte.

Sus tesis nos permiten comprender además determinados mecanismos del aprendizaje humano, los fenómenos de masas, el terrorismo, las guerras, la moda, la publicidad, la economía, en la medida en que todos estos fenómenos tienen en común un elemento mimético, competitivo, rival, antagónico.

La explicación que da Girard de la omnipresente, en nuestros días de forma explícita y publicitada, violencia es singular, inédita en la historia del pensamiento. Esta explicación nos permite comprender algunos aspectos de la fenomenología de las religiones y de la cultura que permanecían oscuros o ambiguos: la ambivalencia de lo sagrado, el estatuto del pharmakon, la importancia de los mitos y ritos y su sentido… Girard encuentra un denominador común entre las religiones que sólo el judeocristianismo, según él, hace conscientemente explícito y convierte en clave hermenéutica de la cultura: el sacrificio.

En España ha tenido un doble impacto: filósofos como Savater, Juaristi, o políticos como Mario Onaindía, reconocieron en sus tesis un método de análisis del nacionalismo y el terrorismo muy potente para auto comprenderse a sí mismos y a sus propios conflictos. Caffarena, Mardones, Carlos Díaz, Eugenio Trías, Llano o teólogos de la talla de Pikaza, Maldonado, etc… vieron un método que podía renovar la investigación teológica por su novedosa interpretación del sacrificio humano, omnipresente en la historia de la Humanidad, como nos sugirió para siempre Durkheim, Edgar Morin, Burke o Derrida.

René Girard ha recibido casi una veintena de doctorados Honoris causa en universidades de todo el mundo: Ámsterdam, Innsbruck, Escocia, Londres, Montreal, Paris, Padua, Amberes, Tokio, y varias de EEUU. Desde 1979 es Miembro de la ‘American Academy of Arts and Sciences’; en 1984 fue nombrado Caballero de la ‘Ordre National de la Legión d’Honneur’; en 1990 recibió el título de ‘Commandeur dans l’Ordre des Arts et des Lettres’. En el 1998 recibe el «Nonino literary Prize» y en el 2005 fue nombrado Académico de la República Francesa, reconociéndole sus méritos en la antropología y en las ciencias humanas en general. En el 2006 recibe el Dr. Leopold Lucas Prize of Eberhard Karls University en Tubinga.

En fechas recientes (día 25 de Enero de 2013) el Rey de España, Don Juan Carlos I, le ha concedido la medalla de Isabel la Católica ‘por su destacada labor, durante las últimas décadas, en los campos de la filosofía y la antropología’. En este sentido su influencia se extiende también a las ciencias naturales y sociales: dos de sus seguidores dedicados a la psicología y la biología son los descubridores de las mirror neurons, por lo que recibieron el Premio Príncipe de Asturias, gracias a la búsqueda en el cerebro de la mímesis girardiana, Vittorio Gallese y Giacomo Rizzolatti. Sus libros, traducidos a docenas de lenguas, y su pensamiento, cada vez más conocido y difundido, hacen de él uno de los intelectuales clave para entender nuestros orígenes, los derroteros de violencia que la humanidad está tomando, y el papel singular y definitivo que el acontecimiento cristiano tiene para la historia de la humanidad.

Por todo esto, la edición de este libro, primero que en Español que recoge un sumario de toda su obra, y que hace una extensa exposición de sus ideas más importantes y sus aplicaciones más relevantes, es tan pertinente.

El autor no solamente hizo su tesis doctoral sobre Girard, sino que ha traducido parte de su obra al español y ha escrito numerosos artículos aplicando la teoría mimética al análisis de la realidad social. Recomendamos vivamente su lectura por sus variados temas y sugerentes ideas en un amplio abanico interdisciplinar: para los amantes de la literatura, campo en el que Girard empieza su carrera académica, es inaplazable la lectura del primer capítulo dedicado a Mentira romántica, verdad novelesca; para los amantes de la mitología, el capítulo dedicado a La violencia y lo sagrado; para los amantes de la exégesis teológica el capítulo dedicado a El chivo expiatorio o Veo a Satán caer como el relámpago; para los amantes de la antropología el de La ruta antigua de los hombres perversos; para los amantes de la política el de Achever Clausewitz…

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1 comentario en “René Girard: de la ciencia a la fe”

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