La Inquisición Laica de Hollande

Por David Atienza de Frutos, 16 de Diciembre de 2012

Hollande abrirá dentro de poco un “Observatorio Nacional de Laicidad” en Francia para quitarse de encima a todos aquellos que manifiesten una “patología religiosa” sean musulmanes radicales anticatólicos, judíos antimusulmanes o “católicos ultratradicionalistas” antihollandistas, antimusulmanes o antijudíos:  es decir, una inquisición laica.

Detrás de este movimiento se deja ver las enaguas que cubren sus vergüenzas y estas son claramente “ilustradas” pues vincula toda forma de religiosidad con violencia, por lo tanto, a mayor religiosidad mayor violencia. A los “poco” religiosos más o menos los consentirá, pero a los “muy” religiosos, no. De nuevo lo viejo, y lo viejo de nuevo. Una nueva institución nace para tratar de controlar la violencia mimética. Un nuevo intento del “progresismo” a ninguna parte de destruir lo sagrado usando una imitación o un sucedáneo “no-sangriento” de lo sagrado.

Sobre el tema del vínculo entre violencia y religión les invito a leer el proyecto fundador de la asociación Xiphias Gladius; sobre el tema de Hollande y su nuevo “Observatorio Nacional de Laicidad” debo decir dos cosas.

Primero, que hará que los musulmanes, judíos y católicos ultratradicionalistas sean más ultratradicionalistas, y segundo, que musulmanes, judíos y católicos no son equivalentes en ningún caso, pues el cristianismo no es una religión, es más bien un encuentro trascendental y personal entre un ser humano y Cristo . Como resultado de este encuentro se confirma siempre el amor profundo de Dios hacia su creatura manifestado en la Cruz donde se destruye toda violencia por que Cristo la asume, la agota en su propio cuerpo, la consume ofreciéndose a si mismo.

¿Por qué entonces perseguir a católicos que reproducen a Cristo en sus vidas y en medio de la sociedad, no devolviendo mal por mal sino recibiendo el mal y devolviendo perdón? El “Observatorio Nacional” debería perseguir a aquellos que llamándose cristianos, o no, se resisten al mal o no aman a su enemigo o no perdonan al que les hace una injusticia. Estos son (o somos) los culpables últimos de la violencia que nos acompaña y que crece y se extiende. Sólo se podrá salvar este mundo con acciones radicales de perdón, negándose a la venganza e incluso a la justicia, dejando la retribución a Dios.

Señor Hollande, por favor, haga un Observatorio Nacional Contra la Violencia pero no lo haga “laico” sólo pues la violencia laica es con mucho la más peligrosa e incontenible por que deshaciéndose de lo sagrado crece sin limites y sin control. Y lea a su compatriota René Girard, quizás entienda mejor lo que está pasando. 

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